Carta abierta al señor Obispo de Segovia | El Adelantado de Segovia

2022-07-31 09:03:00 By : Mr. Wiikk Wiikk

Monseñor César Augusto Franco, permítame que siguiendo el sentir de mucha gente, también haga públicas estas reflexiones, con el deseo de aumentar su conocimiento sobre la persona de un sacerdote comprometido, Jesús Torres Bravo, oriundo del pueblo de Pinillos, y toda su vida dedicada a los demás.

A veces se dice conocer a una persona, pero no es suficiente, hay que estar cercano, tener una buena información y así poder gestionar correctamente. De esta forma se evitará que cualquier día venga alguien a decirle palabras puestas en boca de Don Quijote: “Sábete Sancho que no es un hombre más que otro si no hace más que otro”.

Por eso y ante la sorpresa de la información que me llega el domingo 17 de julio con la decisión del señor obispo, con su Equipo de Gobierno, o resumiendo el obispado que usted dirige, le comunica a Jesús Torres un cese de funciones de los cuatro pueblos que atiende hace 10 años, Lastras de Cuéllar, Aguilafuente, Aldea Real y Sauquillo de Cabezas, con razonamientos dudosos como que había estado “muy malito” sin conocer informes médicos de alta, sin tenerlos en cuenta.

Lo cierto es que resulta llamativo que no se valore el magnífico curriculum de trabajo y sacrificio de este sacerdote razón por la que, con el debido respeto hago un breve resumen, siguiendo los deseos del Papa Francisco de que exista la comunicación entre todos los pertenecientes a la iglesia.

En 1971 llega Jesús Torres como párroco de la Estación del Espinar, una pedanía del pueblo de El Espinar, y en su día a día sorprende por la personalidad de un hombre sencillo, con ideas muy claras, con un concepto del prójimo muy cercano y nada apegado a las cosas materiales .Así llega con sus actos, al corazón de los vecinos del pueblo. Participa construyendo un edificio refugio de jubilados, bar y otros menesteres, y al utilizar la palabra participar, significa en este caso, poner ladrillos, llevar arena, cemento, todo lo que requiere una obra. Era uno más, pero con la energía necesaria para contagiarla a los vecinos del lugar. Quiso segar una zona verde de la llamada “Panera”, para también disfrute de los lugareños y su empeño era tan grande que la segadora se llevó parte de dos dedos de su mano izquierda. La gente se preguntaba ¿pero que tiene este hombre que consigue arrastrar a tanta gente haciendo cosas útiles? ¿Quién es este hombre que consigue sin pedirlo, que los jóvenes pisen la iglesia cada vez que él celebra, que participen en cada actividad considerándola propia?

Pues estaba claro, ¡un tipo especial!, que no iba sujeto a sermones ni monsergas, jamás leía lo que quería decir porque le salía de dentro, no era soporífero y sobre todo transmitía, transmitía mucho con su lenguaje verbal y corporal. Eso a la juventud le gusta, no dispersa a las ovejas, las junta como un sólido rebaño.

Llega el día,… enero de 1985 y toca marchar a cumplir su sueño: ¡África. Y Así se va, con lo puesto, una maleta de afectos y su alegría de celebrar la vida con gentes que le necesitan mucho más. Así pasa veintisiete años en Mozambique, empieza su trabajo en Beira durante 22 años y después sus últimos cinco años en Sabie.

En Beira, realiza la construcción de un Seminario, donde rápidamente consigue el interés de jóvenes que se acercan, escuchan y más tarde difunden las ideas o mensajes que él enseña,

En Sabie construye puestos de salud, para evitar que las madres con hijos enfermos tengan que hacer largos recorridos, 60, 70, 80, km para llegar al hospital, muchas veces a pie, era difícil encontrar vehículo. Ahora como máximo a 10-15 kilómetros, tienen un puesto de atención primaria, donde resuelven los problemas básicos de salud.

El tiempo pasa, La vida es dura y su cuerpo va sufriendo el deterioro por una enfermedad muy conocida en aquellas tierras ¡”malaria”! -enfermedad producida por la picadura del mosquito Anopheles-, con sus efectos colaterales correspondientes. Le golpea y la padece en 54 ocasiones –a dos por año-, y en una de ellas tuvo que regresar a España y pasar la revisión en un hospital de Madrid en el que trabajábamos personas que le conocíamos y le queríamos.

Y llega otra nueva etapa, en el año 2012, la de volver a España a trabajar en cuatro pueblos Segovianos, aunque sus vacaciones siempre serán Mozambique.

Las vacaciones de 2019, febrero, supone un viaje especial a Mozambique, tras casi dos años sin poder hacerlo por un infarto que le dejó muy tocado.

Señor Obispo no me mueve nada personal con usted y no tengo ningún problema al pensar de que si me muevo “no saldré en la foto”. Eso no me interesa pero si me interesa la verdad, la justicia, y me interesa Dios, el Dios que se preocupa por todos, el Dios que une al rebaño, el Dios que visita al enfermo, el Dios que nos da la Paz.

Si es cierto que posiblemente usted y yo coincidamos en solo una cosa, su oficio y el mío son absolutamente vocacionales. Usted debe cuidar y acompañar en el dolor del alma con “amor “a sus ovejas y yo acompañar en el dolor y en la alegría a los que su cuerpo es atrapado por males microbiológicos y que son superados como en el caso de Jesús Torres.

Sr Obispo Cesar Franco, deseo que ese Dios que yo entiendo, le conceda lo mejor, que le ilumine para que siempre tome la decisión acertada y que según el dicho común, cuando se vaya se lleve la “misma paz que usted nos deja” AMÉN. _________ Aurora Sánchez Sousa

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901

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