Con la pandemia, la opción de mudarse fuera de las grandes ciudades es una alternativa para muchas familias. Muchas ya lo hicieron, otras lo analizan.

Una vez tomada la decisión, el primer paso es comprar un lote para edificar. Quienes disponían de un terreno y ahorros iniciaron obras de superficies que promedian los 80 metros cuadrados con dos dormitorios, para una vivienda estándar, o convencional. Dependiendo de la parcela, los expertos recomiendan ver cuál es la ubicación que va a tener la casa, el diseño (elegir el arquitecto que entienda lo que se está buscando), y para la construcción, tener en cuenta apspectos estructurales, las fundaciones y hacer estudio de suelos (que permitirá resistir el peso de la unidad).

“Hay varios tipos de construcción –en seco o tradicional, o con paneles–, que también determinarán el tipo de cerramientos que va a tener la casa. La resolución de techos, darán la pauta como va a trabajar la casa a nivel pluvial, si no están bien pensados pueden ocasionar problemas de humedad”, dijo a Infobae Martin Suffern, gerente de Eidico.

La aislación es fundamental para el tema de sustentabilidad, aspecto que va a influir en el ahorro energético. También se puede contemplar la instalación de termotanques solares o paneles solares para la generación de energía eléctrica. Otro aspecto a tener en cuenta es la estética y el diseño: tipo de ventanas, de piso, muebles, placares, entre otros.

Por lo general, una vivienda estándar demora entre 8 y 12 meses de obra.

Una vez determinado el sistema constructivo se determinan los materiales que necesita la obra. Si es tradicional, por ejemplo, va con ladrillos, hormigón, cemento y arena, entre otros.

Daniela Pérez de Graffe, directora comercial de Grupo Coria, comentó que “es vital hacer una reunión con el equipo de arquitectura donde el cliente define cuáles son sus necesidades según la realidad de la familia y como necesitan la distribución de los espacios. Luego vienen las de aprobaciones y el desarrollo de la construcción. Si son viviendas del tipo tradicional, se hacen fundadas sobre platea de hormigón, con ladrillos portantes, revoques hidrófugos, grueso y fino, cubierta metálica, yeso interior, y revestimiento plástico exterior”.

Para autorizar un proyecto de construcción se requiere principalmente un profesional matriculado. El proyecto se tiene que aprobar ante la comisión de arquitectura en caso que la vivienda se construya en un barrio cerrado y ante la municipalidad (sino es un barrio privado, sólo ante este organismo).

Jorge Zamora, director de Casa 10, destacó que es indispensable seleccionar un arquitecto o maestro mayor de obra con antecedentes. “Es quien protegerá nuestro dinero, seguridad jurídica y los tiempos”, afirmó.

Para levantar una casa de 80 m2, dos dormitorios y una cocina, lo recomendable es utilizar 95 barras de hierro de 8 milímetros, 50 de 10 mm y 20 de 12 mm. De no haber medianera en los laterales, se necesitarán 1.000 ladrillos portantes. De lo contrario, serán 900 ladrillos de 8 centímetros, según los ambientes, 6 pallets de cemento, 3 pallets de cal, 20 metros cúbicos de arena, 3 tambores de cerecita de 20 kilos cada uno y 10 metros de cascotes. Alambre de 45 kilos y 65 tablas de fenólico para construir las losas, puertas y ventanas y claraboya (datos aproximados según el proyecto).

El valor del m2 de construcción de una vivienda estándar es de 120.000 pesos (promediado entre USD 650 y 660 por m2).

“Una vez definido el lote y el profesional que deberá encargarse del diseño del proyecto, se deberá firmar un contrato de locación de servicios por el proyecto y el cálculo de estructura estableciendo un porcentaje sobre el costo de la construcción, incluido la mano de obra y sujeto a la aprobación municipal. La forma de pago del proyecto suele ser con un anticipo de 15%, 60% hasta la finalización y el resto cuando esté aprobado por el municipio, junto con los suministros de agua, cloacas y electricidad”, precisó Romina Galanti, de Casa10.

Una vez que se hicieron las habilitaciones, es importante prestar atención al encadenado y colocación de la cerecita. También, que el pasaje de todas las cañerías respeten los planos: en zonas frías se aconseja forrar los caños de agua caliente con protector de aluminio de bajo costo y mucho rendimiento en el mantenimiento del calor.

Luego, hay que definir la ubicación de tomas corrientes en cocina, otros ambientes y tener en cuenta tomas para las futuras instalaciones.

“La construcción de una casa llave en mano incluye muy lindas terminaciones y completas, como la iluminación LED bajo consumo, baños completos con porcelanato de piso a techo, doble vidrio hermético, frentes e interiores de placar, cocinas completas, galerías con parrilla, jardín nivelado y todo lo necesario para mudarse a disfrutar la casa”, explicó Pérez de Graffe.

Los especialistas coinciden que el tema de las habilitaciones es lo que más demora el inicio de las obras. En varios municipios trabajan con dotaciones reducidas y eso genera atrasos en las habilitaciones.

Por otro lado, según Suffern “lo más complejo es lo que no se ve, la parte estructural, las fundaciones. Que estén bien hecha la parte de estructura de la casa, las instalaciones. Los caños que no se ven tienen que estar bien pensados y probados para evitar pérdidas y entre otras cuestiones”.