Entrevista Marc Fabra, co-fundador de Lúcido Design Agency

2022-09-18 17:53:03 By : Ms. Alice Wu

Entrevistamos a Marc Fabra, co-fundador de Lúcid, una de la agencias líderes en diseño circular. Desde 2013 están asentando prácticas más sostenibles en la creación de productos de gran consumo.

No son un estudio de diseño. Se definen como una agencia. Podría parecer un detalle sin importancia, pero la tiene, y mucha. Pol Andrés Fantoba y Marc Fabra fundaron Lúcid en 2013 con la deliberada intención de desmarcarse de los estudios de diseño de autor. La primera cosa que tenían clara era que lo suyo iba a ser algo mucho más transversal. No querían dedicarse solo a la iluminación o el mobiliario. Para ellos el diseño abarca productos y servicios tan diversos como solo el sector del gran consumo puede ofrecer. También querían que la piedra angular de la empresa fuera la circularidad y el impacto positivo, tanto social, como medioambiental. ¿Su objetivo? «Conseguir que el diseño circular sea la única forma de diseñar productos«, explica Marc.

En apenas nueve años, Pol y Marc han creado un equipo de 25 personas; diseñan cosas tan variadas como un cargador para vehículos eléctricos, mochilas, cuberterías, un sistema de traducción simultánea o pavimento; y sus clientes son totalmente variopintos, desde empresas del IBEX hasta startups.

Acaban de recibir un Delta de Oro por su azada antirrotación HOE1CP para Bellota y un Delta de Plata por el controlador IoT para Pickdata. Premios que se suman a otros cuarenta más que ya llevan acumulados.

Marc Fabra – Cuando fundamos Lucid teníamos claro que queríamos huir de los estudios de diseño de autor. No es una crítica, sino una diferenciación. Seguimos el ejemplo de agencias alemanas y del norte de Europa, que diseñaban y producían productos más relacionados con el sector del electrodoméstico y del gran consumo.

Precisamente esta es una de las mejores cosas de trabajar en Lúcid. Podemos llegar a alcanzar los conocimientos necesarios para hacer frente a diferentes proyectos, de diferentes tipologías, gracias a nuestra la metodología.

Dividimos el proceso en 4 bloques. Primero hay una fase de visión, de inmersión. Tienes que entender muy bien el negocio, qué tecnologías tienes al alcance, las necesidades de los usuarios, los competidores… Tenemos que ser interlocutores válidos con nuestro cliente y casi tan expertos como él. Después trazamos las estrategias de diseño que darán pie a los productos. El tercer bloque es el de desarrollo del diseño. Y finalmente el lanzamiento al mercado.

Sí. Para diseñar electrodomésticos o electrónica de consumo es vital hacer maquetas y testear la ergonomía, la experiencia de usuario… Somos una generación que tiende al 3D, pero muchas veces tenemos que parar y dedicar tiempo a dibujar y a hacer garabatos a mano para poder avanzar.

No lo creo. habrá muchas cosas que quedarán apartadas de la conectividad. Nosotros somos pro phygital, de conectar cosas, siempre y cuando haya un sentido detrás. A veces hay estudios y empresas que quieren rizar demasiado el rizo con cosas innecesarias. A mi cuando me empiezan a hablar del metaverso… Francamente, espero que haya cosas que continúen siendo como son.

Es una arma de doble filo. Yo la impresión 3D la veo súper positiva porque permitirá deslocalizar o, mejor dicho, re-localizar, la fabricación. Una impresora 3D aquí o en China costará lo mismo y permitirá a las empresas locales poder fabricar con el mismo coste. También es cierto, sin embargo, que se están trabajando ciertos materiales que vienen a sustituir el trabajo del artesano, y puede pasar que desaparezcan ciertos oficios.

No. Yo trabajo con empresas de sectores muy diversos y todas quieren crear productos que generen impactos positivos en el terreno medioambiental, social y también económico. No olvidemos que todos los proyectos deben tener una viabilidad económica. Y quiero pensar que esta demanda es porque se lo creen.

Hay una moda, pero también hay normativas. Los gobiernos y las leyes están apretando y seguramente hay empresas que solo lo hacen por sacar beneficio económico, per al menos se demanda. Antes del COVID íbamos con la bandera del impacto positivo y te miraban como diciendo «¿harás algo de paja o madera?» Y no, no es eso.

Me gustaría decir que hacia el 2030. La situación es muy crítica. Habrá más normativas y más beneficios económicos. Los recursos cada vez son más caros, la energía… El consumidor lo demandará más. Hay mil factores que nos conducen hacia el «basta de extraer y más transformar lo que tenemos, seguir dándole valor». Espero que pase cuánto antes.

Se lanzan demasiados productos, demasiado baratos. Hay un exceso de rotación, demasiadas cosas nuevas que te distraen y te crean necesidades. Todavía hay una parte muy grande de la población que prefiere comprar barato varias veces, que una sola vez más caro. Si vas a comprar un pelador de patatas y tienes uno de 1,99 € y otro de 15 €, ¿Cuál coges? El de 1,99 €, ¿no? Entonces estás contribuyendo a todo esto.

Francia está impulsado normativas en este sentido, que ya está adoptado la Unión Europea. Una es la de reparabilidad, Right to repair. Es decir, cuando compro un producto, debo tener derecho a repararlo. La normativa pone una nota, una cualificación como la de la eficiencia energética (A+, A++…). De esta manera, el consumidor puede elegir comprar cosas reparables.

Otra normativa es la que califica los productos según durabilidad. Volviendo al tema de los peladores, el de 1,99 € tendría una D y el de 15 € una A+++, que verifica que te durará X años porque está hecho con mejores materiales. Todo esto ayuda a las empresas y a los consumidores a fabricar y consumir de manera más responsable.

Para mi los más top son Layer Design, en Londres. Estamos muy en línea también con los alemanes Fluid Design. A nivel nacional, nos gusta mucho la manera de entender el diseño de Andreu Carulla, que, además, hace cosas súper diversas.

Hay talento a raudales, pero muy mal vendido fuera. La marca España no está bien trabajada. Cuando vamos por el mundo, no se nos respeta como debería. El diseño italiano tiene una fama que ya no es merecida. Cuando viajas, ves, por ejemplo, que los chinos van directamente a buscar agencias italianas porque en su momento trabajaron muy bien la marca y siguen viviendo de rentas. En España esto no pasa. No he oído nunca una marca china o norte europea que diga: ¡quiero diseño español! Tal vez van a buscar una agencia o estudio concreto porque se ha ganado las credenciales por su trabajo bien hecho, pero no por la marca España.

Veamos… no se trataría de un producto concreto, sino más bien de tener la oportunidad real de aplicar las estrategias de diseño circular de Lúcid a productos de electrónica de consumo que, para mi, y junto a los productos de un solo uso, son el gran problema medioambiental, debido a las toneladas de residuo que generan.

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